
Tengo la suerte desde hace muchos años de participar en Raids de Aventura de la Liga Española así como otras pruebas de carácter nacional. Me vienen a la cabeza multitud de anécdotas que recuerdo con cariño y pasión, pues son tantas las horas que he pasado con una brújula y un mapa en la mano, en el kayak o en la bicicleta que no paro de acumular anécdotas. Ahora, una Carrera de Aventura no deja de ser un deporte en la naturaleza donde el riesgo está presente, y me ha parecido interesante analizar un estudio del 2007 sobre la toma de riesgos en corredores de aventura, en el que se pidió la opinión de varios participantes élite en el Eco-Challenge.
Como raider, me he perdido y encontrado cientos de veces, me he topado con cerdos durmiendo en medio de una pista forestal, he manejado como he podido mi miedo a las alturas escalando vías, haciendo rápeles, se me ha volcado el kayak cuando iba a picar un punto de control, he apretado los dientes cuando venía bajada una senda técnica con la bicicleta, he mirado el reloj con nerviosismo dudando de si iba a llegar a la Meta o me iban a penalizar… El riesgo siempre está presente, pero he conseguido sobreponerme a ello y así hacerme una persona más sólida.
Toda experiencia ganada en un Raid me ha servido a saber afrontar mejor cualquier problema de la vida diaria.
Según Scheider et alii (2007), los corredores de aventura nos encontramos entre los mayores buscadores de sensaciones, y han detectado cinco temas principales a tener en cuenta sobre la toma de riesgo:
- Relación con el riesgo desde la infancia
- Entorno de riesgo
- Intermediarios que influyen
- Gestión del riesgo
- Sensaciones que brinda el riesgo
1. Relación con el riesgo desde la infancia
Nuestra relación con el riesgo empieza desde bien pequeños. Al principio nuestras decisiones son espontáneas, y según vamos tomando consciencia de nosotros mismos, vamos calculando más nuestras decisiones.
Normalmente, una persona que hace una actividad como una Carrera de Aventuras de varios días no llega un día sin experiencia previa y se lanza a competir. Ha tenido que pasar por un proceso gradual, eligiendo actividades con cada vez un mayor componente de riesgo.
Además, es determinante la influencia de nuestro entorno, y si familiares y/o amigos están haciendo actividades físicas en el medio natural, nos parecerá más normal y accesible practicar estos deportes.
En mi caso, el proceso de llegar a practicar Raids de Aventura ha sido muy progresivo, ya que empecé de pequeño con deportes individuales y de equipo como el judo o el baloncesto, y en la universidad, estudiando Ciencias del Deporte, entré en contacto con las pruebas de orientación en entornos cercanos, con un GPS. Si a esto le sumas un entorno de amigos y compañeros que me acompañaban, mi introducción en los Raids se hizo de forma muy natural, hasta encontrar casi sin buscarlo, un Club de locos por las Carreras de Aventura como es Raidermania Elx.
2. Entorno de riesgo
La naturaleza es incontrolable, por lo que el riesgo está presente, especialmente cuando hablamos de pruebas en aguas vivas (kayak, rafting) o en zonas donde hay animales salvajes. También se siente riesgo en las pruebas de cuerdas que normalmente pone la organización para facilitar la superación de las pruebas.
Aún siendo conscientes de ese riesgo, los competidores del estudio siempre eligen seguir compitiendo, pues ese riesgo es un riesgo controlado gracias a la experiencia y a la gran habilidad técnica de cada uno de ellos y ellas.
También podemos analizar aquí factores que hacen de nuestro entorno más hostil, como puede ser el competir con privación de sueño, ya que en Carreras de Expedición los raiders pasan varios días seguidos compitiendo, durmiendo apenas unas pocas horas. Esto afecta a la navegación (concepto que se utiliza cuando se orienta a lo largo de grandes distancias, una variante “menos fina” y detallada que la realizada en O-Pie u O-MTB); ya que un cerebro fatigado y con falta de sueño no funciona con la misma eficiencia.
A la privación del sueño hay que añadir la navegación nocturna, que cambia nuestro entorno completamente y hace que nuestras referencias visuales sean menores y nuestra percepción del tiempo y las distancias quede alterada.
3. Intermediarios que influyen
El riesgo que podemos percibir inherente a un entorno natural o a nuestra falta de experiencia o habilidad se puede transformar por diferentes intermediarios, siendo el más importante la dinámica entre los integrantes del equipo, donde un aspecto a destacar es la total igualdad de trato entre hombres y mujeres.
La confianza entre los compañeros y compañeras de equipo es vital hasta el punto de que ante un riesgo determinado, como puede ser un sendero técnico en bicicleta (una de mis pesadillas), voy a afrontar mejor y más seguro ese riesgo si un compañero toma la iniciativa y yo confío en él y lo sigo sin pensarlo.
Así, pondré el foco de mi atención en superar los retos y me olvidaré completamente de pensar en todo lo malo que me puede pasar.
Los equipos más expertos también son capaces de afrontar mayores riesgos, pues conocen mejor sus límites, y el haber vivido experiencias arriesgadas y una mayor habilidad técnica da como resultado una percepción menor de riesgo.
Es aquí donde aparece el disfrute, el estado de flujo, en ese equilibrio entre la dificultad del reto a superar y mis habilidades para afrontarlo. Por el contrario, una falta de habilidad técnica en algún aspecto en concreto producirá aversión, por la falta de sensación de control. De aquí la importancia de conocer las diferentes pruebas de una Carrera de Aventura y de haberlas practicado suficientemente.
4. Gestión del riesgo
Las probabilidades de que ocurra un imprevisto son muy grandes, dadas la gran cantidad de horas que dura este tipo de carreras, más cuando se desarrollan en un entorno natural desconocido.
La línea entre saber que una lesión es posible e ignorar esa posibilidad se hace muy borrosa en competición y más cuando tenemos por objetivo superar el reto y llegar a meta. Una vez más, se hace necesario ser consciente de cada minuto de nuestro recorrido en competición, para evitar posibles problemas.
Para gestionar este riesgo las herramientas más utilizadas son la visualización de lo que estamos haciendo desde el exterior, aportando un poco de objetividad a lo que está pasando y aquietando nuestras emociones; o un buen “juego interno“, es decir, hablarnos internamente de manera positiva (“relájate”, “tú puedes con esto”). Algunos de los raiders del estudio incluso reconocen que lloran ante una situación difícil, no para expresar tristeza o alegría, sino para soltar la tensión emocional del momento y poder afrontar el riesgo.
5. Sensaciones que brinda el riesgo
Ya hemos comentado que los raiders, especialmente los de élite experimentan una sensación de disfrute, calma y relajación cuando sienten que tienen la carrera bajo control, pero ante los problemas más retadores muchos de los raiders experimentan nauseas, horror o nerviosismo.
Conclusión

En definitiva, el corredor de aventura puede afrontar los riesgos por la gran sensación de confianza en ellos mismos y en el equipo, siendo conscientes que abrazan lo desconocido e inesperado, y que para ellos vivir este tipo de experiencias es un premio.
Herramientas como la visualización y un juego interno fuerte les hace evolucionar con cada carrera, adquiriendo mayor experiencia.
Son conscientes del aumento del riesgo a causa de la privación del sueño, que puede llevar a errores graves de navegación y progresar por terrenos peligrosos. Pero el deseo de llegar a meta y ganar lo puede todo, más cuando los compañeros del equipo se apoyan unos a otros para avanzar a cada reto.
Todos y cada uno de los corredores son conscientes que para ganar deben superar sus miedos personales, deben contribuir a una buena dinámica de equipo, soportar un gran estrés físico, moverse rápido y dormir poco.
En definitiva, aunque el riesgo existe, los competidores se sienten capaces de afrontarlo y confían plenamente en que los organizadores de la carrera hayan reducido los posibles riesgos de la carrera al mínimo.
Bibliografia
Schneider, Tern, Butryn, Ted, Furst, David, Masucci, Matthew, Jos, San. (2007). A Qualitative Examination of Risk Among Elite Adventure Racers.