Si una cosa nos ha demostrado esta maldita pandemia es la necesidad de comunicarnos con la gente que queremos. ¿Te has parado a pensar que tu vida ha cambiado en estos últimos meses? ¿Te sientes más distanciado de tus amigas y amigos?
Es el momento de superar este bache y convertirnos en protagonistas del cambio, un cambio que volverá a cultivar conversaciones ingeniosas, risas y nuevas experiencias. Tenemos que proponer más planes y dejar de ser espectadores pasivos de esta vida.

Por ello, te voy a proponer la herramienta de la Propuesta, que he aprendido de todo un mentor para mí como es el psicólogo Luis Tejedor. Cuando pensamos en hacer una actividad con alguien, toda propuesta debería de incluir respuestas a estas preguntas:
¿QUÉ? | ¿Qué plan en concreto estamos proponiendo? |
¿POR QUÉ? | ¿Por que lo planteas a esa persona y no a otra? |
¿PARA QUÉ? | ¿Cuál es la finalidad de hacer ese plan con esa persona? |
¿QUÉ TE HACE SENTIR? | Expresar emociones es crucial, ¿te hace ilusión, feliz ese plan? |
Así podríamos decir… ¿Nos vamos a caminar por la playa, Manuel? (¿QUÉ?). Sería genial compartir tu energía e ingeniosa conversación (¿POR QUÉ?) y así volver a saber el uno del otro (¿PARA QUÉ?). ¡Me haría mucha ilusión! (¿QUÉ ME HACE SENTIR?).
Vamos a explicar por partes cada una de estas preguntas…
¿QUÉ?
Podemos plantear miles de planes, pero si vas a llevar la iniciativa, piensa en actividades que te gustaría hacer aunque lo hicieras tú solo. Ahora voy a reflejar en este escrito cosas que me gustaría hacer, haz el mismo ejercicio por escrito y en seguida tendrás miles de planes para proponer:
En cuanto a Actividades Físicas: a mí me gusta proponer caminatas en un entorno natural, entrenar o bailar Lindy Hop.
Si hablamos de Actividades Culturales, sería interesante ir a ver películas y después comentarlas, visitar un museo, asistir a un concierto, quedar en casa a comentar un disco o un libro, o también algo tan sencillo como tener una larga conversación sobre todo y nada.
Me encanta Viajar, piensa en un pueblo cercano que quieras visitar, organiza una ruta y reserva sitio en el bar del pueblo (para pedir comida saludable, por supuesto).
También me encanta hacer Cursos, formarme en diversidad de cosas, por ejemplo, me apetece mucho probar un taller de escritura creativa o teatro de improvisación.
¿POR QUÉ?
Piensa en un amigo – amiga, ¿qué es lo que te gusta de ella que no tienen los demás?
Qué sí, que nos da mucha vergüenza decir piropos en nuestro entorno, pero aun es más ridículo el observar lo fácil que nos resulta criticar a la gente, ¿a qué eso no nos da vergüenza?
Vamos a cambiar el chip, a ver si extendemos las buenas maneras al resto de la sociedad.
Aquí podemos expresas cosas de su físico: mirada, sonrisa, energía que nos transmite…; de su carácter: valores que tiene en su vida, del trabajo que hace, ingenio, humor, positividad…; y de las cosas que te puede enseñar: habilidades, aficiones…
¿Has reflexionado bien si dices que tu amiga Marta es guapa y simpática? ¿O sería mejor decir que te encantaría verla por su mirada de pilla, su humor hilarante y su pasión por los monólogos? La segunda opción es la que elijo, haremos sentir a nuestro entorno mucho más valorado.
¿PARA QUÉ?
Es bueno dejar claro la finalidad del plan propuesto: para volver a contactar, para conocernos mejor… Lo solemos obviar, y mucha gente se imaginará sus propias películas si propones cosas fuera de lo normal. Deja las cosas claras.
¿QUÉ TE HACE SENTIR?
Incluye en tu vocabulario una mayor gama de emociones, si hace falta busca un diccionario y aprende nuevas palabras. Nuestro plan nos puede emocionar, hacernos feliz, nos hace ilusión, te parecería apasionante… ¡Transmite y fomenta lo que llevas dentro!

CONCLUSIÓN
En definitiva, proponer planes de esta manera te puede ayudar a reconectar con tu entorno, a hacer nuevas amistades y a convertirte en un poderoso generador de relaciones sociales plenas y nutritivas. Porque la salud social es importante, ya lo dice la OMS y la debemos cuidar.