“El dinero no es importante”, me he dicho durante mucho tiempo , pero esta útil herramienta me proporciona comida saludable, los entrenamientos de halterofilia, mi casa, mis viajes, mis competiciones… Pues sí, he llegado a la conclusión de que es muy importante para llevar una vida plena, y por eso hace falta tener algunos conocimientos sobre educación financiera.

Sin querer ser un asesor financiero profesional, quiero compartir contigo una serie de reflexiones que me ha hecho ver la importancia de una salud financiera sólida, es decir, una correcta gestión de mis ingresos y gastos, reducción de deudas, ahorro e inversión.

El proceso que me está llevando a una mejor salud financiera empezó como otros procesos de mejora que he llevado a cabo en mi vida: planteándome un problema, buscando la solución con formación (cursos, libros, vídeos…), poniéndolo en práctica y mejorando poco a poco el proceso, con todos mis aciertos y errores.

1º DETECCIÓN DEL PROBLEMA

El confinamiento de marzo de 2020 fue mi punto de inicio en este proceso: tenía mucho tiempo para pensar, leer… y tenía metida en la cabeza la idea de retomar mi gran proyecto, lo que hoy se ha convertido en hectorbautista.net .

Hasta entonces no me había nunca parado a revisar mis cuentas, hacer presupuestos, reflexionar conscientemente qué hacer con mi dinero… Prefería esconder la cabeza como una avestruz e ir gastando sin pensar. Ahí estaba el problema, y solucionándolo me acercaría a la consecución de mi gran proyecto como Educador Físico.

Para desarrollarlo necesitaba dinero. Lo que ves en mi web, Instagram o Youtube es resultado de mi colaboración con profesionales, y esto no sale gratis.

Como primer paso hice un curso con el filósofo catalán Borja Vilaseca, llamado “¿Qué harías si no tuvieras miedo?” , relacionado con el emprendimiento. El curso fue la chispa que prendió mi mecha en cuanto a la salud financiera. Además, leí ávidamente libros inspiradores como “Secretos de la gente millonaria”, de Harv Ecker, y “Padre rico, padre pobre”, de Kiyosaki.

Toda esta formación cambió mi mentalidad en cuanto a mi relación con el dinero: aprendí a gestionarlo mejor y todo esto me está llevando a cumplir mi misión en la vida, como es mejorar la salud de la población con el Entrenamiento Concurrente.

2º HERRAMIENTAS PARA SOLUCIONAR EL PROBLEMA

Vale, mi manera de pensar estaba cambiando y ya empezaba a tener mis ideas un poco más claras, ahora, ¿cómo podía poner esto en práctica? Me hacían falta herramientas, y seguí formándome en ello.

En este punto de mi proceso tuve la suerte de encontrarme con la formación de Lucía Terol “Organiza tus finanzas” del cual saqué valiosas herramientas:

A. Control de ingresos y gastos

Similar al control de lo que comemos para perder peso, como comentaba en este artículo o nuestro diario de entrenamiento para controlar pesos, volúmenes, intensidades, ejercicios… Empecé a anotar todo lo que ingresaba y gastaba en una libreta, pasa pasarlo después a una hoja de Excel.

Una vez recogidos los primeros meses, me vi reflejado en números con mis virtudes y defectos. No era malgastador, de hecho estaba ahorrando bastante, pero aún así pude cortar de raíz con gastos absurdos como aplicaciones de móvil que apenas usaba.

B. Establecer categorías de gastos y establecer un porcentaje límite

Clasificar mis gastos en diferentes categorías me ayudó a decidir qué porcentaje de mi sueldo iba a cada partida, por lo que me imponía un límite de gasto en cada una de ellas.

Categorizando mis gastos pasados descubrí varias cosas:

1º Que no estaba invirtiendo, por lo que mi dinero perdía valor año a año debido a la inflación.
2º Que estaba gastando demasiado en libros y cursos de formación
3º Que tenía un crédito para pagar el coche excesivamente caro.

Todo lo dicho, se sumaba el hecho que al controlar gastos te haces más consciente del dinero que tienes y de cómo lo usas, por lo que automáticamente dejas de malgastar dinero.

Por ello, fijé las siguientes categorías:

  1. Básicos: se trata de recoger lo mínimo que necesito para vivir y ser feliz, es muy subjetivo, y me decidí a incluir los siguientes apartados:
ViviendaHipoteca, luz, agua
ComidaSupermercado, fruta y verdura
Salud físicaFisioterapeuta, cuota del gimnasio
Salud socioemocionalRegalos, conciertos, cine, Netflix, Spotify
CosasRopa, tecnología, papelería, material deportivo

Me establecí un máximo del 50% de mis ingresos, siendo consciente que puedo reducirlo a un 30% (vivienda y comida) en caso de “vacas flacas”.

2. Sueños: aquí me refiero a viajes o eventos especiales. Son sueños que tengo desde niño, como ir a ver a mis queridos Foo Fighters, donde sea que vayan; apoyar ONGs que defiendan el deporte y la montaña; hacer un gran viaje mochilero o participar en una prueba de la Copa del Mundo de Raids ARWS. Para este apartado he establecido un 5%.

3. Ahorro / Deudas: en esta categoría, que ocupa un 20% de mi presupuesto, tuve como objetivo eliminar mi crédito del coche y construirme un fondo de emergencia equivalente a 6 meses de mis gastos básicos (aquí cuento solo vivienda y comida). A partir de ahí, todo el ahorro extra lo he destinado para un fin en concreto, como en mi caso ha sido pagar la entrada para la compra de un piso.

4. Formación: me parece algo esencial para mi desarrollo personal y profesional formarme a través de libros y cursos. Todo el contenido que ves en mis canales y todo lo que consigo transmitir es reflejo de esta formación continua que te aseguro que nunca acabará, porque siempre habrá algo que quiera aprender, y no solo por necesidad, ya que a veces aprendo por puro placer y autorrealización. Me reservo un 5% para este apartado.

5. Inversión: el dinero en nuestra cuenta no para de perder valor año a año por culpa de la inflación (subida de precios anual), por lo que es necesario ganarle la carrera invirtiendo nuestro dinero.

Aquí mi primer movimiento fue empezar a invertir en hectorbautista.net, por lo que me he rodeado de profesionales como mi mentor profesional/editor Eduardo Moya o Luis Martín, el artista de las fotos y videos que ves en mis canales.

Además, como tengo la suerte de observar que mi proyecto empieza a autofinanciarse, he invertido en fondos de inversión, aunque estoy dando mi siguiente paso: invertir en bolsa con la estrategia Comprar y Mantener. Este paso, que hasta hace poco veía imposible, lo he dado gracias a la formación recibida con los excelentes libros de Gregorio Fernández Jiménez y su fenomenal proyecto invertirenbolsa.info, donde nos explica la importancia de crear una cartera de acciones en empresas sólidas con la idea de cobrar los divividendos que reparten. Gregorio nos dice que invertir así es similar a comprar una casa para alquilarla, pero sin necesidad de invertir tanto desde el principio ni pagar costes extras como el IBI, reformas o lidiar con problemas con los inquilinos.

3º PUESTA EN PRÁCTICA Y MEJORA DEL PROCESO

Así, puse en práctica estas estrategias y he seguido llevando semanalmente mi registro de ingresos y gastos, tratando de limitarme a los porcentajes que me fijé o reajustándolo en los meses siguientes cuando se me descuadraban los números: si adquiero una formación por encima de mi presupuesto, puedo reajustarlo los siguientes meses eliminando esa partida ese mes.

Los porcentajes asignados a cada categoría son susceptibles de cambio, según observe mi evolución mes a mes. Puede ser que en un futuro aumente mi apartado de inversión y reduzca el de ahorro, porque tenga mi fondo de emergencia cubierto y mis deudas pagadas; o a la inversa, porque decida ahorrar para la entrada de una segunda casa, una reforma…

CONCLUSIÓN

En este último año he puesto consciencia en mi dinero, y he conseguido eliminar un crédito, iniciar un proyecto profesional y comprarme un piso, y todo con las miras puestas en seguir creciendo en mi proyecto de vida.

La sensación de control de mis finanzas me da tranquilidad y me hace dueño de mi destino y de mis futuros proyectos. Aprendo de mi pasado registrando lo gastado e ingresado; disfruto mi presente poniendo límites razonables y construyo mi futuro con mis proyectos, planes de ahorro e inversión.

No seas avestruz, saca la cabeza del agujero y conviértete en un león de las finanzas, ¡tú puedes!